-Venga, sube. - Le miro, recelando de su repentina confianza, poco segura de si subir al coche o no.- Si te da corte que el coche huela a tabaco, o se llene de ceniza, no importa, pues yo suelo fumar mientras conduzco.
Aún dudosa, abro la puerta y me siento en el cómodo asiento de cuero. Es confortable, y de un color beige, muy bonito. Efectivamente, huele a tabaco, pero no en exceso, ya que tambien, percibo el aroma de la colonia del joven que va a mi lado, y otro perfume, también de chico, pero diferente y algo más fuerte. Dentro del coche, con las cálidas luces, es agradable, en conjunto con la mezcla de todas las fragancias, y la compañía del simpático chico.
Saco el brazo por la ventana, para tirar la ceniza, y mientras, él pone el coche en marcha, y me llevo de nuevo el cigarrillo a los labios.
Enseguida nos topamos con un semáforo en rojo, y mi acompañante, aprovecha para sacar su Blackberry y teclear un rápido SMS. Lo envía, y varios segundos más tarde, le llega la respuesta. Guarda su caro teléfono, yo termino mi cigarrillo y lo tiro al asfalto. Subo la ventana y le miro, pues me ha llamado.
-Nikka, no me has dicho dónde vives, y si no lo sé, no puedo llevarte a casa. ¿No lo harás a propósito?- Le miro enarcando una ceja.
-Me llamo Verónikka.- Respondo. Automáticamente me doy cuenta de que mis labios han actuado diciendo una cosa mientras mi cabeza pensaba otra. Me pasa continuamente.
Se queda mirándome fijamente y cuando el semáforo cambia a verde, acelera y pienso que quizás he sido un poco borde.- Quiero decir... Me llamo Verónikka con una ligera y sutil pronunciación en la Ka. Si, mi nombre se escribe con dos "k", y no por que yo sea así de guay, si no por que mis padres son así de raros... Algunos me llaman Vero, pero casi todo el mundo de por aquí me llama Nikka.
Ríe.
-Pues discúlpeme señorita. Es la primera vez que la veo, y debo admitir que no conocía ese aspecto tan curioso de su nombre.
-¡Argh, tonto!- Exclamo poniendo los ojos en blanco, y mientras me cruzo de brazos, pongo los pies en el salpicadero.
-Oye, Nikka, ¿te importa que paremos antes? Debo ir a buscar a mi hermano al "Dolce Nights". Ya sabes, acaba de cumplir los 18 y le va demasiado la fiesta y esas cosas, y me temo que como no vaya a buscarlo, se meterá en líos...
Sigue de frente, mientras me lo explica, y según parece vamos a la Quinta Avenida, pasando por delante del Central Park, pero de repente gira a la izquierda, y entramos en una calle, muy iluminada, cercana del Ritz, desde la cual se ven las luces del lujoso hotel compitiendo con las del club de élite, cuya puerta está delante del coche. Pone en brillante neón: "Dolce Nights"
-Mi hermano está ahí dentro, ¿Me acompañas?- Dice con una amable sonrisa y yo, aceptando su propuesta, me bajo del coche junto a él, entramos al club y distintas personas se acercan al joven a saludarle y decirle diferentes cosas de "asuntos importantes" que según los gestos que hace la gente de la élite al verme, no me atañen. Él se deshace de ellos enseguida y nos abrimos paso hacia la barra.- ¡EH ROB! ¿Has visto a mi hermano Tom?
-No, lo siento, Matt, he llegado hace nada, y esto está petado. Pregúntale a Hugo.- El camarero al que se ha dirigido se encoge de hombros, y Matt, hace un gesto quitándole importancia a la mención de Hugo. "A lo mejor es alguien demasiado importante para molestarle" Pienso, mientras Matt me sugiere que para no perdernos entre el gentío, le tome de la mano. Por supuesto, me lo propone después de sugerirme que si quiero, puedo irme al coche y esperarle allí, cosa a la que me niego de inmediato.
Afirma con un leve gesto de cabeza, como si fuera algo obvio y me explica:
-Hugo es el dueño del club, y amigo mío, así que no sé en que parte del local estará... Ah, y si pregunta, finge ser rusa, por que como se piense que estoy aquí de fiesta, no salimos hasta que cierren, pero si me ve acompañado de una bella señorita, nos dejará en paz.- Muy buena explicación. Convincente, si señor.
Dentro de ese brillante y sencillo plan me asalta una duda.
-¿Por qué rusa?- Se echa a reír ante mi pregunta.
-Por que si ve que eres americana, te invitará a copas hasta que no te aguantes sobre tu precioso cuerpo, pero si finges ser extranjera, pensará que... Bueno, es más difícil que si nos ve y sabe que tú eres de aquí.- Me sonríe. Tiene una bonita sonrisa. Especial, y que encandila facilmente, Es la primera vez en toda la noche que me fijo en él: Una cara bella y fina, con pómulos altos y marcados, nariz recta y perfecta. Ni chata ni aguileña. unos finos labios que esconden una bonita sonrisa, y sus ojos... Azul cristalino. Más aún que el agua en pleno verano. Lo más azul que he visto en mi vida. Azules enteros. Ni pupila ni nada, todo azul.
"Imposible, estoy alucinando" Pienso, y cuando meneo la cabeza ligeramente, pestañeando, creyendo que era una alucinación mía, vuelvo a mirarle y veo unos ojos normales. Marrones caramelo, con ligeras ramas grisáceas, pero ningún atisbo de azul.
Se da la vuelta y camina entre la gente, y yo le sigo, tratando de no acabar como un precioso sándwich de Nikka, y pensando aún en por que vería yo esos ojos azules...
Apenas se me ha pasado por la cabeza la imagen tan extraña de los ojos completamente azules de Matt y choco con él.
Se ha parado, a observar como un joven, aprisiona a una morena de bote contra una pared, como si quisiera hacerla zumo, mientras busca algo muy querido dentro de su boca.
-¡TOM! ¡COMPORTATE!- Grita mi acompañante para hacerse oir por encima de la ruidosa música. El otro chico gira la cabeza haca nosotros, y con ligeras dificultades, articula una frase "coherente"
-¡Anda! ¡Es la pivona del bar de Jimmy!-"¿Me dice a mi?"
-No, yo serr rrusssaa...-Digo imitando un tosco acento del este de Europa. Ambos chicos me miran con desconcierto, y yo me encojo de hombro con simplicidad.
Joder, me has enganchado a esto, espero que publiques pronto ;)
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